La palabra de Dios en Filipenses 4:6-7 dice “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender”.

¿Cómo empezar el día tranquilo, en paz, sin preocupaciones ni estrés, fuerte espiritual y físicamente? La respuesta es sencilla, pero a la vez profunda:
- Orá a Dios pidiendo lo que necesitás, confiando plenamente en Él.
- Sé agradecido recordando todo lo que te ha dado.

Orá así: Padre Dios, gracias porque hasta aquí me has ayudado, ¡nunca me olvidaré de todos tus beneficios! Pongo todas mis necesidades en tus manos, y en vos confío completamente. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!