San Lucas 8: 22-23 «Cierto día Jesús les dijo a sus discípulos: «Crucemos al otro lado del lago». Así que subieron a una barca y salieron. Mientras navegaban, Jesús se recostó para dormir una siesta. Pronto se desató una tormenta feroz sobre el lago. La barca se llenaba de agua y estaban realmente en peligro.»
.jpg)
Cuando te embarcas en una nueva actividad, pones todo el empeño para llegar a buen puerto y lograr resultados pronto. Pero tienes que saber que habrá tormentas que enfrentar en el camino.
Puedes sentir los vientos contrarios, el poder de las olas que azotan tu vida, y hasta pensar que Jesús se quedó “dormido”.
Así como le dijo a sus discípulos “crucemos al otro lado” y finalmente lo lograron, también sucederá con tu vida. No te desalientes, no bajes los brazos, continúa remando. Con su ayuda, ¡vencerás!
Ora así: Padre Dios, en medio de la tormenta, te pido tu ayuda, para llegar al “otro lado”. Creo que hay más poder en el Cielo que en cualquier fuerza contraria que se desata en la tierra. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!
