Jeremías 1:4-5 "Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta a las naciones".

Al igual que aquel profeta Jeremías, Dios te conoce desde antes de nacer y tu vida también tiene un propósito.
No naciste solo por voluntad de tus padres, sino que tenés una misión especial que solo vos podés cumplir, porque tenés el talento para hacerlo. Cuando la descubrís y la desarrollás, no solo te sentirás pleno, sino que serás de bendición para los demás.

Orá así: Padre Dios, creo que tenés un propósito con mi vida, y que me diste talentos para cumplirlo. Ayudame a descubrirlo y en tus fuerzas desarrollarlo. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!