San Mateo 8:7-13 “Iré a sanarlo, dijo Jesús. Señor, dijo el oficial, no soy digno de que entres en mi casa. Tan solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará. Al oírlo, Jesús quedó asombrado. Se dirigió a los que lo seguían y dijo: «Les digo la verdad, ¡no he visto una fe como esta en todo Israel! Entonces Jesús le dijo al oficial romano: «Vuelve a tu casa. Debido a que creíste, ha sucedido». Y el joven siervo quedó sano en esa misma hora”.
Ese oficial romano estaba acostumbrado a obedecer y confiar en la orden de su superior. Y el mismo principio lo aplicó con Jesús, a quien reconoció como supremo en el mundo espiritual.
Y por eso hizo esa declaración de fe que sorprendió al mismo Jesús. El oficial vio la sanidad antes que suceda.
Tú también acércate a Dios sin dudar y Él recompensará tu fe.
Ora así: Padre Dios yo también creo que Tú me puedes ayudar, y por eso me acerco a ti buscando tu bendición. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!