San Juan 11:4 “Cuando Jesús lo oyó, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, sino que es para la gloria de Dios y para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.”

A Jesús le llevaron la noticia que su amigo estaba enfermo de muerte, pero Él no aceptó el pronóstico, sino que hizo una declaración de vida en fe.

No estés pendiente de los pronósticos de los médicos, de los economistas, de los políticos; porque tu fe se debilita, tus fuerzas flaquean, tu voluntad se paraliza.
Cada día reemplaza los pronósticos humanos por las Promesas divinas; para que tu mente se ilumine y tu cuerpo recobre fuerzas.
Ora así: Padre Dios gracias por cada una de tus Promesas, me aferro a ellas, comienzo el día creyendo que siempre estás a mi lado. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!