De día y de noche ora

Jesús nos enseñó acerca la necesidad de orar siempre, y no desmayar, insistentemente, pidiendo al Señor cada día por lo que anhelamos. Como esa viuda pedía cada día y cada noche al juez que, aunque era injusto y no temía a Dios, le hizo justicia por su insistencia. Así debemos orar, de día y de noche por lo que esperamos. ¿Comenzarás hoy?

 

San Lucas 18:1 “Cierto día, Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por vencidos”.

Jesús te desafía a que nunca te rindas, a que siempre le pidas a Dios con fe.

La oración no es para que Dios te escuche, o que “recuerde” tu pedido; tú eres quien necesita perseverar en oración para recuperar la fe, escuchar a Dios, y esperar confiado la respuesta.

Ora así: Padre Dios, cada día de mi vida aplicaré este principio espiritual. ¡No me doy por vencido! Recordaré en oración tus promesas y esperaré confiado tu respuesta. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Martes!

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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