La palabra de Dios dice en 1 Pedro 5:10 “En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido”.

Estar en las manos de Dios no te exime de pasar momentos de angustia y dolor, pero puedes tener la seguridad de cuál será el resultado final.

¡No te rindas! ¡No renuncies! ¡No bajes los brazos! Dios ha prometido sostenerte, restaurarte, fortalecerte, afirmarte. ¡Confía, sus bendiciones te alcanzarán!
Ora así: Padre Dios, ¡recibo esta promesa! No me rendiré porque sé que me fortalecerás para ganar esta batalla. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!