La palabra de Dios dice en Romanos 8:26 “Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras”.

El Espíritu Santo es el mismo Espíritu de Jesús quien te ayuda a pedir a Dios Padre para vivir de manera bendecida.

El Espíritu Santo te fortalecerá en cada debilidad, te dará sabiduría y fuerzas para decidir, te mostrará el camino para superar cada obstáculo. ¡Búscalo y recíbelo!

Ora así: Padre Dios, renuncio a todo mal espíritu que quiere esclavizarme y recibo la dulce presencia de tu Espíritu Santo. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!