Dios te dice en Su Palabra en Isaías 54:10: “Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto, dice el Señor, que tiene misericordia de ti.»
Dios como una madre, no abandona jamás a sus hijos. Por eso, aunque te parezca que todo se derrumba, que no hay salida, que todo está en tu contra, y no hayas hecho nada bien; acércate humildemente, buscando su amor, su perdón, su bendición.

Ora así: Padre Dios, gracias por estar a mi lado, para ayudarme. Perdóname, renueva mis fuerzas, y por tu gran misericordia, bendíceme. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
