Cuidado con las zorras pequeñas

En nuestros primeros años de cristianos, teníamos con Hilda un pastor que hablaba muy seguido de tener cuidado con los pecados diminutos. Él decía  que “esos pecaditos son realmente pequeñas zorritas que, si no las cazamos, terminarán por secar todo el viñedo”. Ahora lo entiendo mejor y digo: ¡Cuánta razón tenía!
 
Yo he aprendido a no despreciar ninguna de las advertencias del Señor. Y esta de Cantares 2:15 "Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne" mucho menos. Es que todo lo que nos dice es absolutamente cierto.
 
 
Para preparar un mensaje sobre Eclesiastés 10:1 me puse a recopilar material sobre el trabajo de los perfumistas. Y leí bastante sobre los mejores en el rubro: los franceses.
 
Me enteré que elaboran las fragancias en un ambiente de altísima asepsia e higiene y que tienen terror a que ingrese a ese lugar una enemiga casi imperceptible: una mosca. ¿Por qué tanto cuidado? Ese versículo lo explica: “Una sola mosca muerta echa a perder el perfume del perfumista; así una pequeña locura arruina al sabio y honorable”
 
 
Nos lleva toda la vida construir un buen testimonio, pero una tontería lo puede destruir en un minuto.
 
En casa teníamos un duraznero imponente que daba exquisitas frutas cada año. Un día notamos que cada durazno mostraba un pequeño agujerito color marrón. Al abrilos, uno por uno, comprobamos que adentro estaban totalmente putrefactos. Se trataba de un diminuto gusanito que terminó secando toda la planta. Si lo hubiésemos detectado a tiempo, la planta seguiría robusta.
 
 
 
Así es la vida de muchos cristianos, en algún momento estuvieron llenos del Espíritu Santo, fuertes, pero poco a poco dejaron penetrar en sus vidas pecados diminutos: mentiritas, pequeñas licencias para pecar, robos menores, algunas trampitas que les parecían insignificantes, que comenzaron a erosionar el carácter y terminaron echando a perder su integridad.
 
Al diablo le alcanza con que abras una pequeña puertita. Él vendrá a decirte: “Nadie se va a enterar” “Si no lo cuentas, nadie se enterará”.” ¿Viste que agradable que es?”
 
 
 
 
¿Qué hacer para cazar esas zorritas?
Tres consejos muy prácticos:
1) Confesemos hoy mismo a Dios esos “pecaditos” y alejémonos de ellos.
2) Mantengámonos alertas mirando por dónde caminamos, porque un mal paso puede alterar el rumbo de toda la vida.
3)Analicemos bien y recién después actuemos midiendo las consecuencias.
 
 
 
Por Marcelo Laffitte
 
Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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