Tal vez podríamos decir que gracias a la culpa es que uno busca el perdón. Sin embargo, cuando dejamos que la culpa se apropie de nuestra mente y corazón, no damos paso al perdón que Dios nos ofrece.

Debemos acercarnos genuinamente, pidiéndole perdón a Dios, con un corazón sincero por alguna falta cometida. Pero si a pesar de esto, la culpa sigue atormentándote, posiblemente tengas que revisar si hay algún pecado oculto o algo que te avergüenza que aún no fue confesado.
Dios, con su infinita misericordia, está dispuesto a escucharte y darte su perdón. La palabra de Dios dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1.9 (RVR 1960).
Tal vez estás perdiendo maravillosas experiencias por el temor de comenzar de nuevo y sentirte indigno de volver a sentir alegría o paz.
Si quieres ser libre de la culpa y de las acusaciones del enemigo que todo el tiempo viene a recordarte lo que hiciste, confiésale de corazón a Dios lo que pasó, cree en su gracia y permite que llene tu vida de gozo, pues un día más de vida que Él te da es muestra de una nueva oportunidad que te está dando para comenzar de nuevo.

Hoy te invito a que hagas uso de la gracia de Dios, deja de arrastrar pecados que deben quedar en el pasado.
Comienza esta mañana creyendo que las cosas viejas pasaron, que Dios ya no se acuerda del ayer pues te dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.” Hebreos 10.17 (RVR 1960).

Si te arrepentiste y confesaste tu pecado a Dios, tu segundo paso es creer que Él te perdonó, mientras no lo hagas, quedarás estancado creyéndote no merecedor de su amor, cuando Dios está con los brazos abiertos esperando por ti.
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.” Hechos 3.19 (RVR 1960).

Hoy Dios quiere que tengas nuevas experiencias con Él, creyendo que su amor y su gracia son suficientes para perdonar cualquier pecado que hayas cometido y no recordarlos más. Vístete con su presencia y encara cada desafío, sabiendo que Él está con vos.
Pr. Cesar Bisson
PALABRAS DE VICTORIA - CCPA Sáenz Peña