Sea en el pasado, en el presente o en el futuro, nuestro Dios es el Dios de salvación. El Salmo 107 habla de la lealtad, la misericordia y el amor del Señor que libra a los afligidos cuando buscan su ayuda. El Señor hace maravillas a favor de los hombres. Clama por su misericordia y protección. ¡Él es bueno y fiel!
Por eso no debemos perder tiempo: busca al Señor en todo momento. En las horas de angustia, tristeza y tribulación, haz de él tu boya de salvación. Él es el Dios todopoderoso, él te puede socorrer.
Ora con fe. Pide diariamente su auxilio y protección. Dios es generoso en misericordia y gracia. Él ayuda y sustenta la vida de sus hijos.
Y en la oscuridad y en los momentos de desespero, cree en la presencia de Dios que está contigo. ¡Él no te abandona! Él te escogió, te ama y te ayuda.
PALABRAS DE VICTORIA
EQUIPO PASTORAL CENTRO CRISTIANO PUERTA ABIERTA
Saenz Peña - Chaco