Qué pena que muchas veces en nuestros emprendimientos solo miremos la situación del país o la marcha de la economía. ¿Y la participación de Dios?
“¡No…este no es tiempo para iniciar ningún negocio…la inflación está muy alta y la gente no tiene dinero!” Esta es una muestra muy “racional” de algunos creyentes que olvidan la bendición del Señor.
La menor de nuestras hijas abrió un negocio en Buenos Aires en plena pandemia. Cuando el país se había detenido ¡y cuando la gente no podía salir de sus casas!
Creo que no ha existido nunca un momento más inapropiado para emprender algo.
Sin embargo, los acompañó un éxito sobrenatural que se mantiene hasta el día de hoy.
Contra todo pronóstico y con una sequía extrema, Isaac sembró igual y lo hizo con esperanza. Parecía una locura. Seguramente los vecinos se habrán reído de él. Pero Aquel en quien Isaac puso su confianza actuó y dice la Palabra que la cosecha fue cien veces más grande de lo que se esperaba. ¡Cien veces más granos que los que se habían plantado! Isaac se hizo muy rico y su fortuna siguió aumentando. (Génesis 26:12-14)
Hoy, en Argentina y en muchas partes del mundo hay mucha sequía económica. ¿Y cómo responden los cristianos a esa situación? Una gran parte sumándose a la queja nacional, paralizando toda iniciativa y ni siquiera buscando trabajo aquellos que no lo tienen. ¿Y la fe dónde quedó?
¡En esa situación es momento para probar a Dios! Es para descubrir los infinitos recursos del Señor de Señores.
Si has orado y Dios te ha dado luz verde (esto es vital) ¡adelante! ¿Qué otra cosa vas a esperar?
Por Marcelo Laffitte
