Ser fieles en lo poco enaltece

La palabra servicio tiene una importancia suprema dentro de la vida cristiana. El servicio no es solo lo que haces, sino que revela quien eres.En muchos creyentes es, generalmente, una forma de vida que tiñe todo lo que hacen. Y esa humildad y ese amor los enaltece en grado sumo.

Servir es la marca distintiva de un cristiano. Pero a algunos les resulta difícil ser un siervo porque ignoran quienes son en Cristo. Algunos, equivocadamente, piensan que Cristo los elevó y solo buscan hacer cosas importantes que vean los demás.

 
Yo admiro profundamente a aquellos hermanos que están dispuestos a hacer lo que sea para ayudar al ministerio. Servir una mesa, limpiar el baño, oficiar de porteros, dar una clase…nada es denigrante ni difícil para ellos. En ellos, tarde o temprano, se cumplirá aquello de “en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré”.
 
En cambio, hay otros que solo se limitan a hacer aquello que cuadra con su unción o su llamado.
 
Debemos estar siempre dispuestos a hacer lo que el Señor nos pida. Algunas veces requerirá que hagamos algo que nos traerá honra y nunca nos pedirá nada que sirva para humillarnos.
 
 
Lo lindo es cuando el servicio no se limita solamente a la iglesia, sino que continúa en el hogar. En realidad, es más importante ser un siervo en la casa que en la iglesia, ya que en el hogar tenemos nuestro más importante ministerio.
 
Yo insisto en respetar este orden: Primero Dios, luego la familia y tercero el ministerio.
 
 
La sociedad mira desvalorizando a los que sirven, sobre todo las empleadas domésticas padecen esta marginación social. Muchas son maltratadas y humilladas cuando en realidad tendríamos que honrarlas cada día por el valioso aporte que significan y fundamentalmente porque son personas tan dignas como cualquiera.
 
Cuando el Señor en Juan 13:12-15 escoge como ejemplo lavarles los pies a los discípulos para incentivarlos a ser imitado, en realidad iba más allá del acto de lavar, ese símbolo significaba “enaltezcan sus vidas convirtiéndose en siervos”.
 
 
Si prestas atención a partir de ahora, cada día Dios te ofrecerá una oportunidad para bendecir a otro con tu servicio.
 
 
A todos los siervos, a los servidores, un día, los veremos elevarse a las mayores alturas que Dios otorga a los fieles.
 
Por Marcelo Laffitte

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