¡Sueña!

Génesis 37:1-5 "Una vez José tuvo un sueño, y se lo contó a sus hermanos; pero ellos lo odiaron más todavía, porque les dijo: —Escuchen, voy a contarles el sueño que tuve. Soñé que todos nosotros estábamos en el campo, haciendo manojos de trigo; de pronto, mi manojo se levantó y quedó derecho, pero los manojos de ustedes se pusieron alrededor del mío y le hicieron reverencias. Entonces sus hermanos contestaron: —¿Quieres decir que tú vas a ser nuestro rey, y que nos vas a dominar? Y lo odiaron todavía más por sus sueños y por la forma en que los contaba. Después José tuvo otro sueño, que también les contó a sus hermanos. Les dijo: —¿Saben que tuve otro sueño, en el que veía que el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias? Cuando José contó este sueño a su padre y a sus hermanos, su padre le reprendió y le dijo: —¿Qué quieres decir con este sueño que tuviste? ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo tendremos que hacerte reverencias? Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre pensaba mucho en este asunto".

Imagínate si soñar tuviese precio, como viviríamos, solo aquellos con dinero podrían hacerlo, ahora bien, lastimosamente lo que no nos cuesta lo valoramos poco y mas cuando se trata de algo que no consideramos como tangible debido a lo que la realidad que vivimos nos muestra.

Nos acostumbramos a pagar por todo, a colocarle precio y cuando hay algo que se nos es dado como regalo pensamos que no es importante, esto mismo nos pasa cuando soñamos o tenemos una visión, un sueño nos revela una idea que Dios colocó dentro de nosotros y nos ha dado de su palabra para que se active y lo podamos llevar a cabo sabiendo que si estamos en ÉL se podrá realizar.

Dios colocó un sueño en José, una promesa que cumpliría en su tiempo, Dios le mostró a José su futuro, lo que no le mostró fue el proceso que tendría que pasar para poder llegar a donde Dios le quería llevar.

Nadie dijo que sería fácil, pero Dios prometió estar ahí siempre, nunca sus ojos dejarán de estar atentos a tu vida. Quizá dices que esto que vives hoy no es lo que esperabas, pero es parte del proceso.

 

Si, Soñar no cuesta, por eso es un regalo de Dios para que puedas creer y experimentar que en ÉL lo que para los demás es imposible, se hará realidad. Siempre encontrarás personas que solo criticaran, tratarán de matar tu fe, de robarte la esperanza, personas que se rindieron y quieren que tú también lo hagas, pero al final tú tomas la decisión: ¿Decides que Dios dirija tu vida y te lleve a ese destino o deseas rendirte y convertirte en uno más?

Cada minuto que pasa es una oportunidad que pierdes, ¿qué decides hoy?

P.Eliashc

Suscríbete a nuestro boletín de novedades

Te vamos a comunicar lo más destacado.
Solo una vez por semana te enviaremos notas seleccionadas de nuestra web.