Hebreos 10.39: “Nosotros, sin embargo, no somos de los que se vuelven atrás y van a su condenación, sino de los que alcanzan la salvación porque tienen fe”.
Como también sucede hoy, algunos frente a los obstáculos y tentaciones se enfrían y lamentablemente regresan atrás.
Vuelven a su antigua vida, a sus vicios, amarguras, se descuidan, se apaga el fuego del Espíritu, se acaba la pasión por Cristo, y abandonan la fe.
Inician bien, porque empezar puede ser fácil, pero terminar se les torna difícil, se desaniman y claudican.
Recordemos que no es del que empieza la carrera, sino del que la termina. Hoy quiero animarte a no volver atrás, no rendirte.
¿Cómo hago para no rendirme?
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” Hebreos 12.2
Imitar a Jesús, su fe y actitud frente a las pruebas de la vida. Esta es la diferencia entre los que triunfan y los que abandonan.
Jesús miró la cruz, la minimizó, menospreció y quitó del centro de su enfoque, puso como objetivo, el gozo que vendría por delante.
Recuerda que, si enfocas sólo en la experiencia dolorosa o el problema que te angustia, vas a percibir la realidad sin ver a Dios en ella. Interpreta tu realidad creyendo que, aunque tengas graves problemas, DIOS ESTA SIEMPRE CONTIGO, cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás.
Si Jesús lo pudo soportar y no retrocedió, nosotros también podremos, con SU ayuda.
Corrige sus pensamientos, percibe la realidad en forma correcta, no estás solo, cuentas con la compañía del que puede hacer que todas las cosas sean posibles.
Pra. Alicia Neumann Centro Cristiano Puerta Abierta, Sáenz Peña, Chaco, Argentina
