Filipenses 4.6-7: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".

El apóstol Pablo nos da algunos principios a seguir para no dejarnos robar la paz, y experimentar tranquilidad aun en medio de las tormentas.
Por nada estar afanosos, preocupados o inquietos. En todo tiempo orar y pedir a Dios lo que necesitamos ser agradecidos.

Preocupación viene de una palabra griega que significa “dividir la mente”, la ansiedad nos parte justo por la mitad, porque en lugar de quitarnos los problemas del mañana, nos priva de las fuerzas de hoy.
Debemos confiar en que Dios es soberano y tiene el control de todas las cosas y de nuestras vidas, porque la ansiedad refleja falta de confianza.
Aunque no entendamos lo que está sucediendo, Dios lo permite en su soberanía, y nuestra fe está en que él va hacer que todo sea para nuestro bien.
Así que no dejemos que NADA altere nuestra confianza en El.
En su lugar oremos por TODO, digámosle lo que necesitamos y viviremos mejor. Pablo enfatiza nuestra necesidad de llevar todas las cosas, sin excepción, a Dios en oración.
Siempre dar gracias, esa debe ser la actitud que revela un corazón que tiene fe y sabe que su vida está en las mejores manos.
Y Dios promete que su PAZ cuidará nuestros corazones y pensamientos, él no nos dejará ni abandonará.

Que en este día esta palabra se haga realidad y experimentes su paz.
Pastora Alicia Neumann, Centro Cristiano Puerta Abierta, Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, Argentina.