
«Abraham tenía cien años de edad cuando nació Isaac. Sara declaró: "Dios me hizo reír. Todos los que se enteren de lo que sucedió se reirán conmigo. ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría a un bebé? Sin embargo, ¡le he dado a Abraham un hijo en su vejez!"», dice la palabra de Dios en Génesis 21: 5-7. Para Sara ya era imposible, por su edad, llegar a tener hijos, pero Dios se lo había prometido y lo cumplió, lo cual hizo reír a Sara. Puedo imaginar esa risa de satisfacción, de logro,de alivio y gratitud de que sí se pudo; la felicidad de ver su sueño cumplido, aunque por un momento pareció imposible.
Porque NUNCA es tarde, y en el TIEMPO de Dios, es el MEJOR MOMENTO para que TODO se cumpla.
Así que ¡NO TE RINDAS! Sigue adelante, porque cuando menos lo pienses estarás mirando al cielo y con una sonrisa diciendo “Dios, yo sé que fuiste Tú”. En Eclesiastés 3:1 NVI dice “Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo".
Oramos: "Padre amado, gracias porque tú siempre estás en el control y no hay nada que acontezca o deje de ser, si no es porque tú lo permites. Ayúdame a ser paciente y sabia, para saber esperar el momento oportuno para cada cosa, y aceptar con gratitud tu voluntad para mi vida. Gracias Dios porque en tu tiempo todo es perfecto. Amén".
Fuente: Mujeres de Fe