El hijo de esta historia se había alejado de su padre y en medio de su rotundo fracaso, se dio cuenta que no había nada mejor que volver a su casa.
¡Es tiempo de volver al Señor! Si le fallaste, si fracasaste, si te alejaste de Él, vuelve a “su casa”, refúgiate en sus brazos, pídele perdón por tus errores; Él siempre es fiel y está con los brazos abiertos, esperándote para bendecirte otra vez.
Ora así: Padre Dios, gracias por tu gran fidelidad, por darme otra oportunidad, por recibirme una vez más. Reconozco que he fallado y te pido perdón y tu bendición. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!