Isaías 59:1-2: “¡Escuchen! El brazo del Señor no es demasiado débil para no salvarlos, ni su oído demasiado sordo para no oír su clamor. Son sus pecados los que los han separado de Dios”.
No busques culpables si estás pasando un tiempo difícil, si te engañaron, estafaron, agredieron. Dios está esperando que vuelvas a sus brazos, que le pidas perdón. Él escucha tus peticiones y es poderoso para contestarte.
Ora así: Padre Dios, reconozco que estoy sufriendo las consecuencias de mis malas elecciones. ¡Perdóname, límpiame! Hoy decido cambiar mi rumbo, y caminar a tu lado. En el Nombre de Jesús, amén.
Bendecido Miércoles!