Jeremías 17:7- “Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto”.
Dios te asegura que ni siquiera la larga sequía de este tiempo impedirá que reverdezcas y produzcas frutos abundantes.
Decide plantarte a la orilla del río de Dios, poner toda tu confianza en Él; y espera resultados extraordinarios.
Ora así: Padre Dios, reconozco que pensé que no había salida para mis problemas, pero ahora hundo mis raíces en tus aguas, creyendo que mi vida dará buenos frutos. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!