San Lucas 13:1-5 “Estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Piensan que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que los demás? Les digo que no, si no se arrepienten, todos perecerán igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé y los mató, ¿piensan que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Les digo: no, antes si no se arrepienten, todos perecerán igualmente."

Jesús aprovecha cada pregunta para recordar que todos somos pecadores ante los ojos de Dios, y si no arreglamos cuentas con Él, estamos perdidos eternamente.
Nadie tiene la vida “comprada”. Tu hora puede llegar en cualquier momento. ¿Estás preparado? ¿Cómo hacerlo?
- Reconocé que el castigo de tu pecado lo cargó Jesús y te da el regalo de la vida eterna.
-Pedíle perdón y arrepentíte, respondiendo a la gracia de Dios con tu obediencia.
Orá así: Padre Dios, necesito estar preparado para enfrentar la eternidad. Por eso ahora te pido perdón y me arrepiento de mis pecados. Creo que Cristo murió para cargar con mi pecado y culpa, y resucitó para que yo tenga vida eterna. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!