Ezequiel 36:33-35 “Esto dice el Señor Soberano: cuando yo los limpie de sus pecados, volveré a poblar sus ciudades y se reconstruirán las ruinas. Los campos que estaban vacíos y desolados, a la vista de todos, se cultivarán de nuevo. Cuando los regrese a su tierra, la gente dirá: ¡Esta tierra era baldía y ahora se parece al jardín del Edén! ¡Las ciudades abandonadas y en ruinas ahora tienen murallas fuertes y están llenas de gente!”
Esta Palabra de Dios es para tu vida, tu familia, tu economía, pero también para toda la ciudad y nación.
El pecado destruye todo lo que toca, pero Dios promete reconstruir todo lo arruinado, aun lo que piensas que no tiene solución.

Si te arrepientes y lo crees, aún de las ruinas, Dios te restaurará.
Ora así: Señor gracias por esta promesa inmerecida. Creo en tu Palabra y te pido perdón por mis pecados que me apartaron de tus bendiciones. No solo recibo esto para mi vida, sino también para mi nación. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido martes!