Dios es quien nos sustenta

Cuando los hombres poseen grandes propiedades, o se dedican a negocios rentables, encuentran la tentación del orgullo, el olvidarse de Dios, una mente que se cree muy fuerte; están ansiosos y turbados con muchas cosas. En esto, los pobres, creyendo, tienen la ventaja; ya que más fácilmente perciben sus suministros procedentes del Señor en respuesta a la oración de fe; y, por extraño que pueda parecer, encuentran menos dificultades para simplemente confiar en Él para el pan de cada día. Todo lo que obtenemos viene de Dios, Él nos bendice por su grande amor. Nunca debemos creer que lo que tenemos, lo hemos obtenido por alguna razón que no sea Dios.

Deuteronomio 8:18 “Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da poder para obtener riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante un juramento”.

Si bien en el mundo hay abundancia para todos, la pobreza es uno de los grandes temas pendientes y los gobiernos son incapaces de resolverlo.

La respuesta no viene ni de la izquierda ni de la derecha, sino de “arriba”, de Dios, quien te invita que te acerques a Él, para recibir poder para hacer riquezas, añadir a tu vida actitud mental, ideas, creatividad y estrategias originales para derrotar la pobreza y vivir en victoria.

Ora así: Padre Dios, conforme a tu Palabra, recibo esas fuerzas sobrenaturales para quebrar la pobreza. Alumbra mi mente y renueva mis fuerzas para hacer las riquezas prometidas. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido viernes!

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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