Sigamos Su guía

Si vamos a viajar a algún lugar, luego de elegir vehículo y acomodar lo que vamos a llevar, escogemos el camino, el día y horario. Para nosotros, quienes confiamos en Dios, en ese listado debe estar primero la guía del Espíritu Santo, su protección, cuidado y auxilio. Con Él no tendremos miedo de entrar a ese nuevo lugar y cumplir el propósito para el cual hemos ido.

Números 9:21-23 “Algunas veces la nube se detenía solo por la noche y se elevaba a la mañana siguiente; pero fuera de día o de noche, cuando la nube se elevaba, el pueblo levantaba el campamento y se ponía en marcha. Si la nube permanecía sobre el tabernáculo por dos días, un mes o un año, el pueblo de Israel acampaba y no se ponía en marcha; pero en cuanto se elevaba, ellos levantaban el campamento y se ponían en marcha. Así que acampaban o viajaban bajo las órdenes del Señor y obedecían todo lo que el Señor les decía por medio de Moisés”.

Como ayer, hoy también hay una sola manera de que experimentes las promesas de Dios y vivir bajo Su bendición: siguiendo Su guía, esperando el tiempo justo de Dios, sin moverte impulsivamente, de acuerdo a tus propios caprichos.

Ora así: Padre Dios, sé que tenés promesas para mi vida, y que en su tiempo se cumplirán. Decido esperar y confiar en Vos. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!

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