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Aliméntate de la Palabra de Dios

Cada día debemos alimentar nuestro cuerpo para vivir. De la misma manera debemos alimentar nuestro espíritu de la palabra de Dios para nutrirnos de fe, confianza, seguridad y esperanza en que Dios se encargará de todo lo que necesitemos.

Salmos 19:7-9 «Las enseñanzas del Señor son perfectas, reavivan el alma. Los decretos del Señor son confiables, hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir. La reverencia al Señor es pura, permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas, cada una de ellas es imparcial”.

En este Salmo, el rey David declara lo beneficioso que era para su vida, incorporar, aceptar, experimentar, obedecer, la Palabra de Dios.

Recibir cada día Su Palabra, te reconforta, anima, corrige, direcciona.

Lee, memoriza, aplica, alimenta tu espíritu, con cada Palabra de Dios, para que la sabiduría del Cielo se manifieste al tomar decisiones en la tierra.

Ora así: Padre Dios gracias por tu Palabra, tus consejos. Los recibo y decido aplicarlos cada día. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!

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