Esfuérzate y sé muy valiente

La palabra de Dios tiene un desafío y una enseñanza para cada día. Hace especial hincapié en esforzarse y trabajar diligentemente como para Dios. Ser el mejor empleado, el que más produce y agradece la oportunidad de tener trabajo.  Que tu esfuerzo pese más que tus palabras.

Proverbios 13:4 «Los perezosos ambicionan mucho y obtienen poco, pero los que trabajan con esmero prosperarán.»

El perezoso desea prosperar, pero trabaja poco, quiere la bendición de Dios, pero no la busca, ambiciona mejorar su vida, pero pasa horas frente al televisor, sueña con promesas del Cielo, pero no se esfuerza para que se cumplan en la Tierra.

Solo quien trabaja diligentemente, va a prosperar, quien se esmera verá sus sueños cumplidos, porque respeta un principio espiritual.

Ora así: Padre Dios, confieso que no he sido diligente ni me he esmerado lo suficiente. Hoy renuncio a toda pasividad y decido cambiar mi manera de pensar y actuar, para provocar tu bendición en mi casa. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Domingo!

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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