Anabella es una de las hijas de los pastores Robert y Susana Acosta, se capacitó en Estados Unidos y cuando volvieron a la Argentina fue partícipe de múltiples actividades dentro de la iglesia como: misericordia, alabanza, capacitación, la escuela y recientemente, reuniendo un importante grupo de adolescentes a quienes alentó a buscar de Dios, con su testimonio y su prédica constante.
La pastora Anabella predicando su último sermón en la iglesia antes de despedirse para seguir sus estudios de manera presencial, en Dallas Texas dijo "el hombre propone y Dios dispone. Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán (Proverbios 16)".

"Hay algo con lo que siempre luchamos, es con nuestro deseo de controlar el día” expresó y aún en su juventud, enseñaba.

“Mi madre siempre me recordaba que debo dejar mi agenda de lado y aprender a seguir la agenda de Dios. Las cosas cuando vienen en el tiempo de Dios son perfectas, llenas de gracia y paz. Cuando el Señor te mueve en Su tiempo todo es hermoso, Él prepara el camino y lo allana” relató Anabella recordando las palabras de la pastora Susana, su mamá.

"Dejemos de juzgar las maneras de Dios y atrevámonos a confiar en el plan que tiene para nuestras vidas, que es mucho más grande que lo que nosotros nos podemos imaginar. Si te atreves a seguir esa palabra (confianza) te aseguro que vas a prosperar mucho. Porque '¡Dichoso el que confía en el Señor!' (Proverbios 16: 20)” manifestó.

"Aprendí que hay dos maneras para seguir Sus Pasos: 1. Dejarnos caer en los Sus Brazos en señal de Confianza y dejarnos que nos guíe, o 2. que nos lleve a la fuerza" destacó.

"Debemos dejarlo en Sus manos. Debemos entender que los planes de Dios son más grandes que los nuestros” enseñó.

“El Señor un día te llamó, te dio la promesa y la cumplirá en tu vida. Pero tenés que atreverte a dejarlo que te guíe y aprender a escuchar su dirección” finalizó Anabella.
Desde Encendidos por el Espíritu decidimos mostrar a través de la vida de Anabella, que aun hoy, hay jóvenes que se comprometen con Jesús, a seguir la guía del Espíritu Santo para cada día y aún cuando duelen muchas decisiones, están decididos a seguirlo ciegamente. Seguramente para ella y para su familia no debe ser fácil emprender este camino, pero sabemos que si estamos en el perfecto lugar donde Él nos quiere, todo saldrá bien.