Viento de salvación y una pregunta, cambió para siempre la vida de Rubén

Rubén y su esposa Verónica glorifican el nombre de Dios con un testimonio que transformó sus vidas. Antes de llegar al camino del Señor, él debió atravesar por un sendero difícil en su vida que provocaba destrucciones en lo personal y en su hogar.

Durante muchos años las adicciones se apoderaron de su vida, consumía desde alcohol hasta cocaína. Sus días transcurrían de mal en peor y su familia a causa de sus problemas, estaba a punto de naufragar.

Su esposa Verónica empezó a congregarse en el Centro Cristiano de Avivamiento y todos los días oraba a Dios, para que Rubén sea transformado.

Las drogas comenzaron afectar su carácter y ya no podía manejar la relación con ella. Los celos por la decisión de Verónica de ir a la Iglesia, se apoderaban de él.

Al ver que la situación no cambiaba y la convivencia se hacía ya imposible de llevar, su esposa habló con él y ponerle fin a la relación. Esta decisión provocó en Rubén mucha ira y el diablo instaló en él, el deseo de asesinar a su esposa y luego quitarse su propia vida.

El enemigo tenia marcado el día en que cumpliría con su objetivo. Una noche, Rubén decidió escribir una carta para la familia de Verónica, y llegó hasta la casa en donde tiempo antes vivían juntos. Ella no estaba en el lugar, se encontraba en la Iglesia.

 

Por lo tanto, fue en búsqueda del cuchillo y cuando quiso volver a ingresar a la vivienda para esperarla y sorprenderla, la presencia de Dios se hizo presente.

Un fuerte viento sopló, provocando que su cuerpo cayera desvanecido.

Inmediatamente ese espíritu agresivo, con deseo de hacer mal se transformó en un ser frágil que, inundado en llanto, se postró ante la incomparable presencia del Señor.

Fueron sesenta minutos, en donde Dios peleó la batalla, y la ganó. La vida de Rubén y la de su esposa fueron salvadas.

A partir de esa noche, él decidió comenzar asistir a la Iglesia y el proceso de trasformación se había iniciado.

Pero sabemos que todo proceso es difícil, y que el enemigo siempre buscará la manera de quitarnos del camino de salvación. Si bien él había experimentado un encuentro con Dios, seguía por momentos consumiendo.

Hasta que de repente, una noche todo sería transformado.

Una potente voz, inundó la habitación donde se encontraba, con una pregunta conmovedora: “¿Tú me amas? Era Dios, quien con cuerdas de amor una vez más, le estaba dando la oportunidad de llenar su vida.

A partir de allí,  todo fue trasformado, su vida cambió completamente marcada por el sello de salvación que Jesús le dio.

Hoy, luego de siete años de esa experiencia, Rubén y su esposa Verónica dan gracias a Dios por el milagro de salvación, alentando a que la oración es la llave para recibir la libertad y comenzar a caminar con Dios.

Nota de la Redacción: sólo la foto de portada es real, son Rubén y Verónica, el resto de las imágenes son de archivo

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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