En tu aflicción, sigue creyendo

La historia de José es una de las más inquietantes de la Biblia, porque le pasó de todo y él nunca perdió su fe, su confianza en Dios.

Génesis 41:51-52 “José llamó a su hijo mayor Manasés, porque dijo: «Dios me hizo olvidar todas mis angustias y a todos los de la familia de mi padre». José llamó a su segundo hijo Efraín, porque dijo: «Dios me hizo fructífero en esta tierra de mi aflicción».

La historia de José, luego de haber sido despreciado por sus hermanos, vendido como esclavo, injustamente encarcelado en Egipto, termina en triunfo, en victoria, porque nunca dejó de confiar en Dios, se mantuvo firme en sus sueños y llegó a ser la persona más influyente en aquél imperio.

Sin negar la aflicción, la enfermedad, tus necesidades, tu dolor, no llenes tus pensamientos con ello; pon tu mirada en Dios, cree en Sus Promesas, porque también te pondrá en lo más alto.

Ora así: Padre Dios, reconozco que paso demasiado tiempo pensando en mis problemas; pero ahora decido poner mi mirada en Ti, en tu salvación, creyendo que me darás una gran victoria. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Lunes!

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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