“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1 RVR1960) El capítulo 11 de Hebreos nos muestra ejemplos de hombres y mujeres que caminaron en fe. Abel ofreció un sacrificio mejor por fe, Noé construyó un arca por fe, Abraham obedeció al salir de su tierra sin saber a dónde iba por fe, y Moisés renunció a los placeres de Egipto por fe. Todos ellos enfrentaron dificultades, pero la fe los sostuvo. La fe fue la fuerza que los llevó a perseverar aun en medio de pruebas dolorosas y a confiar en que Dios que cumple lo que promete.
Hoy enfrentamos pruebas diferentes: enfermedades, crisis económicas, conflictos familiares o soledad. Sin embargo, la esencia es la misma: Dios nos llama a mantenernos firmes, a no vivir de lo que vemos, sino de lo que creemos. La fe nos recuerda que las circunstancias son temporales, pero las promesas de Dios son eternas.

La fe no significa que todo saldrá como nosotros queremos, sino que todo saldrá conforme a la perfecta voluntad de Dios. Y esa certeza es suficiente para descansar, aunque todavía no veamos la respuesta. La fe nos da la capacidad de caminar confiados en medio de la oscuridad, porque sabemos que Dios es luz y nos guiará.
ORACIÓN: Padre, fortalece mi fe en medio de la adversidad. Que mi confianza esté puesta en tu Palabra y no en lo que ven mis ojos. Enséñame a vivir con la certeza de tus promesas eternas. Amén.
CENTRO CRISTIANO PUERTA ABIERTA
Sáenz Peña – Chaco


