Declara vida

En Ezequiel capítulo 37, el profeta Ezequiel tiene un poderoso encuentro con el Señor. Esta es una imagen profética de lo que Dios desea soltar a través de nosotros a las personas que nos rodean que están cubiertas por “profundas tinieblas” (Isaías 60:2)
 
En este encuentro, Dios toma a Ezequiel y lo pone en un valle de huesos secos. Entonces el Señor le pregunta al profeta Ezequiel: “Y me preguntó: "Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?" Y yo respondí: "Señor DIOS, Tú lo sabes" (versículo 3 NBLH).
 
La postura del corazón del profeta era esperar y hablar lo que el Señor le dijo que hablara. Entonces Dios responde enfáticamente y le dice a Ezequiel que hable vida sobre el valle de los huesos secos.
 
 
Dios  nos alienta a hablar vida al mundo que nos rodea, como  dice, 
En Ezequiel 37:10 Y profeticé como Él me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército. (NBLH). No olvidemos que el Espíritu de nuestro Señor resucitado vive en nosotros.
 En Romanos 8:11 “Pero si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes" (NBLH).
 
El Espíritu de Su Vida mora en nosotros (Romanos 8:2), y como “Cristo en nosotros, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27) vive dentro de nuestro, hablamos Vida al mundo que nos rodea.
 
 
Señor, pon Tus palabras dadoras de vida en mi, para que Tu “ejército grande en extremo” pueda levantarse y hacer Tu obra en esta tierra.
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