Una Vida con Esperanza

Vivir con esperanza no significa sólo esperar que algo que queremos suceda, porque la esperanza que Dios nos da es más poderosa que eso, expresa confianza y seguridad de mirar hacia delante con expectativas amplias, con la certeza de que algo bueno va a pasar, no importa lo que sea.
 
Nosotros podemos declarar el día de hoy eso en nuestra vida. Algo bueno va a pasar en nuestro hogar, en nuestra familia; algo va a pasar en este mundo. La esperanza no es un escape, una evasión, sino algo que necesitamos para obtener descanso.
 
 
El poder del Espíritu Santo, la esperanza que nos da el Señor, protege nuestra alegría y nuestra paz, y nos da valentía para seguir adelante. Tomemos la decisión de vivir una vida de esperanza, sin importar la situación que estemos atravesando.
 
La esperanza del Señor nos cambia desde adentro hacia afuera, cambia la manera en que vemos las cosas y cómo hablamos.  
 
 El Espíritu Santo está con nosotros en cada momento, para darnos esperanza.
 
 
Dios, sólo en ti halla descanso mi alma; de ti viene mi esperanza. Lléname de toda alegría y paz, creo en ti, haz que rebose de esperanza por el poder del Espíritu Santo. Amén.
 
Bendecido Domingo!!!

Suscríbete a nuestro boletín de novedades

Te vamos a comunicar lo más destacado.
Solo una vez por semana te enviaremos notas seleccionadas de nuestra web.