Benditos, dichosos y gozosos, quienes por el perdón que han recibido de de Jesucristo, contamos con la Paternidad del Eterno. Por gracia, recibimos la adopción divina y celestial que nos permite disfrutar de las riquezas espirituales heredadas en Jesucristo, nuestro Salvador.

Al decidir, somos dirigidos por el Espíritu que nos garantiza estar en comunión, alineados a la voluntad de nuestro Padre, es algo sorprendente.
Escuchar su susurro apacible en medio del valle sombrío de la dificultad, escuchar su voz de trueno en nuestra defensa cuando estamos siendo atacados, escuchar su voz llena de amor cuando necesitamos ser perdonados, consolados, levantados y fortalecidos; escucharlo a Él, es el bendito milagro que hizo posible la obra redentora de Jesús. Bendito milagro del que podemos gozarnos día a día.

En lo secreto de nuestra habitación; en lo íntimo de nuestra morada, nos deleitamos en las delicias de Su sabiduría; entonces, los oídos serán capacitados por Su poder para escucharlo audiblemente, para entiender Su voluntad y comprender Sus Palabras. Mientras más tiempo te ocupes en disfrutar de Su presencia, de Su Palabra; más sensible serás a la voz de Su Espíritu que te llena y te da plenitud, que te alinea a los planes que llevará a cabo contigo, en Cristo Jesús.
Feeeliz Miércoles!!!!