Cuando la tentación llame por teléfono ¡no atiendas!
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By Mónica París
Mónica París
Cuando tuve el honor de trabajar con Luis Palau, recibíamos de él consejos muy valiosos: “Muchachos, no crean que por trabajar en este equipo ya no tendrán tentaciones… ¡es posible que tengan más!”.
Nunca olvido una de sus sugerencias: “Si en el avión les toca una linda mujer al lado, lo primero que tienen que hacer es mostrarle una foto de la familia. Eso será una gran protección”
Con el tiempo aprendí que la batalla contra las tentaciones se gana en la mente.
Y comprendí también que la tentación opera así:
*Primero, capta tu atención y lo que capta tu atención comienza a estimular tus deseos.
*Segundo, tus deseos activan tu conducta y actúas en base a lo que piensas y sientes.
*Y tercero: generalmente, lo que comenzó como un pensamiento se convierte en una acción.
¿Cuál fue el error? Le dimos tiempo. Lo dejamos en la mente hasta que cerrara el proceso.
¿La salida? Cuando te das cuenta que le abriste la puerta a un pensamiento peligroso, quítalo rápidamente. Acuérdate que la mente se sujeta a nuestra voluntad. ¡Deja de pensar en eso!
Cuando la tentación llame por teléfono, no evalúes nada, no le des tiempo, sencillamente cuelga. No atiendas.
A veces eso significa abandonar el lugar de esa charla que te genera la tentación. O significará cambiar de tema. Pero la más efectiva es huir.("¡Huye de las pasiones juveniles!") Y si no te abandona y persiste: dos buenas salidas: 1) Pídele ayuda al Señor y 2) cuéntale esa lucha a un hermano querido, consagrado y de confianza.
Algunas tentaciones solo se superan con la ayuda de un buen hermano.
“Confiesen unos a otros y oren unos por otros para ser sanados” Santiago 5;16.
Recuerda esta inmensa verdad: "Siembra un pensamiento y cosecharás un acto. Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino"
