Lo que recibe este hombre es una bendición mayor y una sanidad mucho más profunda que la de su piel, también recibe la bendición de la salvación eterna porque LA GRATITUD PERMITE QUE NUESTRAS BENDICIONES SEAN FORTALECIDAS Y SEAN MAYORES.
Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado". Lucas 17.19 BPD. La versión NVI expresa: “tu fe te ha sanado”.
Por ser agradecido este hombre regresó a su casa no solo con la piel sana, sino también con el corazón sano y con el regalo de la salvación.
Si pensamos en los otros nueve, ¿quién los puede culpar? Si llevaban posiblemente años en aislamiento, sin ver a su familia, sin poder abrazar a sus hijos, y sin ser abrazados por nadie, era lógico que cuando se vieron sanos, lo primero que hicieron fue regresar a los suyos.
PERO ESTE HOMBRE ENTENDIÓ QUE LA GRATITUD ERA UNA PRIORIDAD.
Por un lado, al igual que los otros nueve, tenía unas ganas tremendas de volver a estar con los suyos, pero entendió que PRIMERO, aún antes que su familia, NECESITABA ADORAR Y AGRADECER A QUIEN ERA LA FUENTE DE SU BENDICIÓN Y AL QUE HIZO POSIBLE EL MILAGRO DE UNA NUEVA VIDA PARA ÉL.
La RAE dice que la INGRATITUD es el olvido o el desprecio por los beneficios recibidos.
El problema es que nos acostumbramos a las bendiciones, a que cada día Él hace salir el sol sobre nuestras vidas, nos acostumbramos al cocido con leche cada mañana, al pan en nuestra mesa, al abrazo o al beso de nuestra esposa o hijos, al trabajo de cada día, al hecho de tener iglesia y hermanos que oran por nosotros, nos acostumbramos a las bendiciones, y nos olvidamos de la fuente, y de aquel que cada día hace posible que vivamos en bendición, y nos olvidamos de aquellos que Él usa para bendición de nuestras vidas.
ESTA HISTORIA NOS ENSEÑA QUE EL AGRADECIMIENTO TRAE BENDICIONES MAYORES.
Efesios 1:16 dice:
Necesitamos también, como Pablo, aprender a estar agradecidos por cada persona que Dios usó y usa para bendecir nuestra vida y una manera de hacerlo es orar por ellos. ¡Hoy es un hermoso día para comenzar!
