Hebreos 11:1 Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.
Si te dejas convencer por lo que la Palabra de Dios dice acerca de tu vida, lo declaras diariamente con tu boca, y lo actúas como si ya lo hubieras recibido, estás cerca de verlo hecho realidad.
La fe te permite ver y hablar de lo que no es como si ya fuese, y te impulsa a caminar para concretar tus sueños.
Ora así: Padre Dios, renuncio a pensar negativamente y hablar de acuerdo a lo que perciben mis sentidos. Decido vivir por fe, creyendo en tus promesas, hablando de ellas y caminando en tus fuerzas. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!