¿Cómo transitas el camino de tu vida?

Todos transitamos la vida, pensando que viviremos mucho tiempo, pero debemos vivir cada día, como si fuera el último.

Transitar significa tener objetivos, metas, dirección y sentido, pero vivir cada día, es ponerle relleno a esta estructura. Es darle volumen, intensidad y calidad.

Este tránsito es una ruta con sus lomos de burro, frenar un poco, curvas y desvíos que significan, que hay que buscar el rumbo correcto y semáforos que nos indican: es momento de tener cuidado, parar, continuar porque estás habilitado a seguir.

Si vienen tiempos de niebla, no te detengas, está el sol esperándote en un instante y el cielo se aclarará.

Si manejas en la noche, asegúrate tener buenos faros con luces que iluminen tu camino, pero sí, optimiza tu atención. En la noche se ve menos y sólo podemos transitar con seguridad por dónde nos indique la luz, que siempre está adelante.

Y si aparecen las lluvias, el camino se pone resbaladizo y menos seguro, debes disminuir también la velocidad.

La lluvia es buena para el que siembra, pero al viajero le crea, no un obstáculo, pero si debe redoblar su atención, hasta puede ser motivo de sacarlo del camino un tiempo, hasta que la lluvia calme.

Por todo ello, transitá y viví con la compañía y dirección del que es tu mejor guía y acompañante de ruta, tú navegante.

Él no maneja tu vida, porque ese atributo te lo dio a vos, pero si, es quien sabe cuál es el camino para llegar a destino y cuál equipo de rally, es el que va por un desierto

Sólo tenés que creerle a quien está sentado a tu lado.

Ese navegante es Dios, quien quiere y puede guiarte a cruzar en victoria la meta.

Dios te bendiga

José Quiroga

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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