Si tienes (hombres) una mujer de Dios, que ora, que mantiene la casa ordenada, que se preocupa por los hijos, es necesario prestarle atención.
Es una misión ser madre, es terrible cuando somos estrellas por fuera y en la casa vivimos estrelladas.
Las personas que se van a casar deben entender que la belleza es pasajera, porque hay mujeres que se cuidan tanto que no pueden cocinar ni ayudar en la casa.
Cuantos jóvenes hemos perdido por no saber escoger, ellos deben estar atentos al consejo de los ancianos y los ancianos deben orar por los jóvenes para que tomen buenas decisiones.
La influencia de Eva hizo que Adán Pecara, la influencia de Sara con Abrahán cuando lo influencio a adelantarse al tiempo de Dios.
Ese error de tener un hijo con la sierva Agar, genero una guerra que hasta el día de hoy persiste (guerra Árabe Israelí)
Hay hermanas que oran y ayunan por su familiar, esposo, hijos, para que se entreguen al Señor, pero hay que hacer algo más, debemos a amar a esa persona por la cual oramos.
El amor se demuestra con acciones, no debemos amarnos de labios ni de oídos.
Si oras con enojo porque estas herida/o, dígale al Señor que le enseñe a orar y te ayude a perdonar a esa persona que te ha hecho daño.
Testimonio: “una mujer, siendo la líder de mujeres en una congregación, cuando se pasaba unos minutos de la hora de llegada, su esposo le cerraba la puerta y le tiraba orines por la ventana, pero pasado el tiempo él se entregó al Señor”
La biblia dice que Dios no nos da una carga que no podemos soportar, si tu esposo es inconverso, ten paciencia, ora y gánatelo con tu comportamiento.
Debemos apasionarnos por la misión que Dios nos ha dado en nuestra familia y aprovechar la influencia que tenemos con nuestros esposos, y así poder edificar nuestras casas.
