No son tus fuerzas hermano

¿Tu problema es muy grande? Lo pensaste una y mil veces. Planeaste, organizaste y ¿no salió como esperabas? ¿Adelante tenés a alguien con mucho poder? ¿Intentaste todo? Es tiempo de humillarte ante la poderosa mano de Dios y pedir que Él pelee por vos. La victoria está asegurada.

Zacarías 4:6 ”No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor todopoderoso”.

No importa lo difícil que sea el desafío, lo lejana que esté la meta, la fuerza de la oposición, o el tamaño del problema, ¡no te rindas! Busca a Dios, pídele que te llene de sus fuerzas y avanza con fe.

Ora así: Padre Dios, entiendo que he confiado sólo en mis fuerzas, sin mayores resultados. Humildemente te pido que, por el poder de tu Espíritu Santo, me capacites para alcanzar la victoria. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Miércoles!

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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