Mateo 7.7- 8” Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre"
La Biblia está llena de oraciones que fueron respondidas, algunos ejemplos:
Ana que era estéril le pidió a Dios que le diera un hijo propio;
Josué que para terminar la batalla con victoria pidió que se prolongara el día y que Dios detuviera el sol y se detuvo;
Jabes pidió bendición y Dios le otorgó.
El Señor respondió sus oraciones y también responderá las nuestras, pero hay que saber cómo orar y qué pedir.
En primer lugar, debemos pedir con fe
Jesús dijo: “Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.
Y el apóstol Santiago agregó: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” (Santiago 1.6-7).
Dios siempre cumple sus promesas y si dijo que nos daría, lo hará.
En segundo lugar, ser perseverante, no darnos por vencidos, no parar de orar hasta que la respuesta esté.
Porque Jesús dijo: "Sigue pidiendo y recibirás lo que pides, sigue buscando y encontrarás, sigue llamando y la puerta se te abrirá".
Los tiempos de Dios no son los nuestros, él tiene la respuesta a cada oración perseverante en su tiempo, que es perfecto. Si lo que pides es importante, no lo hagas sólo una vez, sino sigue presentándote frente al trono de la gracia y vas a alcanzar el oportuno socorro.
Acerquémonos a Dios con un corazón sincero, lleno de fe y perseverante.
Pra. Alicia Neumann Centro Cristiano Puerta Abierta