La palabra de Dios dice en Salmos 105:37-39 “El Señor sacó a su pueblo de Egipto, cargado de oro y de plata; y ni una sola persona de las tribus de Israel siquiera tropezó. Egipto se alegró cuando se fueron, porque les tenía mucho miedo. El Señor desplegó una nube sobre ellos para que los cubriera y les dio un gran fuego para que iluminara la oscuridad”.

Hace 3500 años, Israel estaba esclavizada y sometida bajo el poderoso imperio egipcio, pero cuando clamaron, Dios los liberó, los “indemnizó” con plata y oro por los años de trabajo forzado, y los cuidó para que atraviesen el desierto camino a su tierra prometida.

Hoy es el pecado el que esclaviza, maldice, empobrece, destruye.
Pero si te arrepientes y clamas, Dios va a liberarte, restaurarte, introducirte en un nuevo tiempo.

Ora así: Padre Dios, te pido perdón por mis pecados y que me liberes de sus consecuencias. Por tu gracia y misericordia, bendice mi vida. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!