Jesús no informaba, Él enseñaba, Él vivía

Conocí a un pastor que predicaba maravillosamente sobre la familia, pero a mí lo que más me impactó de él, fue cuando me alojé en su casa y lo vi vivir con sus hijos y su esposa. Eso fue realmente fantástico, porque vivía todo lo que enseñaba.

Jesús se conmovió del dolor de Martha y María
Jesús se conmovió del dolor de Martha y María

Siempre digo que toda la Biblia es importante, pero que hay versículos trascendentales. Encierran enseñanzas que, de ser ignoradas, generan un enorme daño espiritual. Hoy me voy a referir a esta: “Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se engañan a ustedes mismos” (Santiago 1: 22 Biblia de estudio “Dios habla hoy”).

 

Creo que el diablo nos ha estado engañando por años haciéndonos creer que, si estamos informados sobre la vida cristiana, ya está. ¡Y la realidad es que no está! No alcanza con estar informados que la oración es importante. ¡Hay que orar! No alcanza con saber que Dios quiere que perdonemos si después, en la vida, no perdonamos. No alcanza con estar informados sobre la Gran Comisión y no predicarle a nadie…

Jesús lo sintetiza muy bien en Mateo 28:20: “…Les enseño que guarden (que vivan) todas las cosas que os he mandado”. Y hay, sobre el tema otro versículo contundente: “Si supiereis estas cosas, bienaventurado seréis si las hiciéreis” (Juan 13:17).

 

Para nuestra mentalidad moderna, hablar de enseñanza es pensar en un aula, en libros, en cursos, pero tendremos que alejarnos de ese concepto si queremos entender a Jesús. Para Él, el verbo “aprender” iba tomado de la mano fuertemente con el verbo “vivir”.

Nosotros nos hemos quedado estancados en el verbo “informar”. Hemos sido informados y por ende informamos a nuestros discípulos. Jesús enseñaba con un método rotundo: con su ejemplo. Lo vieron y escucharon orar y le pidieron: “Enséñanos a orar” (Lucas 11:1). En otra ocasión, sin dar lecciones habladas, les lavó los pies, dejando la enseñanza más clara sobre el servicio y la humildad.

Lo que hoy se hace en muchas iglesias es pararnos en el frente e informar. Nos enredamos en interminables estudios sobre cosas relacionadas con la vida cristiana. Entonces terminamos sabiendo mucho acerca de evangelismo, acerca de la oración, acerca del perdón…pero ni predicamos, ni oramos ni perdonamos. ¡Cristo nunca tuvo como objetivo informar!

Él quería ver vidas cambiadas, no teólogos con título. Él no hablaba “acerca de”, Él daba “el cómo”. Cómo hacerlo. El daba instrucciones para vivir.

 

¿Se dan cuenta qué es lo que movió al Señor a escribir Santiago 1: 22: “Si ustedes se informan, pero no hacen nada en sus vidas, se están engañando a ustedes mismos y están perdiendo el tiempo” (Paráfrasis)

Por Marcelo Laffitte

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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