Romanos 8.29: Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Génesis 1.26: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.
Efesios 4.15: Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
Este pasaje declara que el plan de Dios desde siempre ha sido, hacernos como Jesucristo. Su plan desde el mismo principio fue que los seres humanos fuesen como Él.
El pecado dañó la imagen de Dios en el hombre y la pervirtió. Pero Dios envió a Cristo Jesús precisamente para restaurar al hombre y volverlo a su plan original. De manera que cuando una persona se entrega a Cristo y lo recibe en su corazón comienza un proceso de transformación en su vida cuyo objetivo es restaurar la imagen y semejanza de Dios en nosotros.
En otras palabras Dios quiere que desarrolles Su carácter, que pienses como Él, que procedas como Él, que sientas como Él, que tengas Sus valores. Dios quiere transformar tu vida conforme a la imagen de Cristo.
Por eso la voluntad de Dios para tu vida es que crezcas. Los bebés son encantadores, pero si los bebés no dejan de ser bebés, es trágico.
Dios quiere que maduremos y nos desarrollemos. Por desgracia, muchas personas envejecen pero no crecen. Debo ser como Cristo. Él es nuestro modelo.
No sucede de la noche a la mañana, se trata de un proceso que se conoce como «discipulado» y dura toda la vida. A Dios le llevará el resto de tu vida forjar el carácter de Cristo en tu vida, pero la decisión está en tus manos. ¿Dejarás que Dios moldee tu vida?
CENTRO CRISTIANO PUERTA ABIERTA
Sáenz Peña-Chaco
