La biblia dice que fuiste sellado cuando te compraron y te pusieron en este redil, también recibiste un sello invisible que vino con sangre, es el sello del Espíritu Santo en tu vida.
Hay algo que ocurre con las ovejas y el pastor. Las ovejas tienen un piojo, se le mete en la cabeza, le atormenta tanto que se deprime, se entristece que deja de comer y se deja morir. El pastor prepara el aceite con hierbas y lo derrama en la cabeza, y cuando lo hace los bichos no se pueden acercar.
Tú eres una oveja del Señor, Jesus pagó el precio para que puedas ser ungido con aceite, y ese es el Espíritu Santo..
No sé si alguien te está comiendo la cabeza o te está llevando a la depresión, pero vuelve hoy a reconocer quién es el pastor de tu vida y que recibas el sello, y cuando la gente lo mire verá que tienes el aceite sobre tu cabeza.
Hoy quiero invitarte a que juntos podamos volver a reconocer al Espíritu Santo como el pastor para nuestras vidas. Yo lo necesito cada día, conocer que Él es el dueño de mi vida, de mi casa, de esta congregación maravillosa.
Este aceite del Espíritu es el que cambia la tristeza.
¡Él nos pone óleo de gozo! Si Dios te unge, los bichos no te llegarán.
Donde está el Espíritu de Dios, hay libertad. Donde Él es el Señor, allí hay libertad, cuando el Espíritu Santo es quien tiene la suprema autoridad, en la casa, en el trabajo, en el matrimonio, allí hay libertad."
Pastor Robert Acosta, Centro Cristiano de Avivamiento, cierre congreso Honrando al Espíritu Santo, Monte de Dios, Resistencia
