San Mateo 5:13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor.
El valor de la sal depende del poder para salar.
De la misma manera tu vida, si influyes sobre los demás, si das palabra de vida al abatido, una ayuda al necesitado, si transformas tu círculo de influencia, tu vida cobra un valor mayúsculo.
¡Tú también puedes ser sal para el mundo!
San Mateo 5:14-16 «Ustedes son la luz del mundo. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.»
¡Tú también puedes ser luz para el mundo!
Tú puedes ser la luz para aquellos que están atrapados en las tinieblas; para los que todo lo ven oscuro, negativo, sin solución, terminado; los que están caminando hacia la perdición; incluso para todo un barrio, una ciudad, una nación.
Deja que Jesús encienda tu luz, acércate a aquellos que necesitan Luz, bendice tu ciudad cada día. Que todos alaben a Dios al ver tus buenas obras.
Ora así: Ora así: Padre Dios, has puesto poder para salar, para preservar, para dar sabor a la vida de otros, para transformar. En tu poder, me activo para salar mi tierra. Asimismo, enciende tu Luz en mi vida, para que pueda alumbrar en mi casa, sobre mi círculo de influencia, y las tinieblas retrocedan en mi ciudad. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!
