En el Salmo 51 David, el que tenía un corazón siempre atento a Dios, comete un pecado con mayúsculas y quiere encubrirlo, Dios le envía un profeta para que decirle que nada le era oculto y sufre la muerte del hijo concebido con Betsabé.

David recordando esos momentos duros, compone el Salmo que es un grito de angustia y reconciliación.
Salmo 51.10-12 "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente"
Apasionante el versículo 10:
CREA: Da la idea de renovar, de formar desde cero algo
CORAZÓN: Corazón, entendimiento, medio, el corazón, los sentimientos, la voluntad, el intelecto, centro.
Los momentos malos dañan nuestro ser. Nos rebajan! Perdemos el equilibrio, los valores, cae nuestra resistencia a lo malo.
¡David pide recuperar lo que tenía antes de su error catastrófico!
En el versículo 11 David quiere recuperar la cercanía con Dios.
Es que estimados, lo más terrible para los seres humanos es sentir la lejanía de Dios. Lo notable es que Dios no se había alejado. Era David, el que por su proceder, lo había hecho.

No quiero hacer una exégesis, sino un breve texto para contarte que Dios nunca se aleja de nosotros. Está siempre a la misma distancia. Somos nosotros los que pensamos que por no ser dignos estamos lejos de su presencia.
Los que centímetro a centímetro creamos barreras porque creemos que SOLO luego de purificarnos podemos acercarnos
Y Él siempre está dispuesto a aceptarnos ¡¡¡como estemos!!! No le importa nuestra condición, sino el corazón abierto.
¿Hay consecuencias para nuestros errores? ¡Por supuesto! El más importante es alejarnos de Él.
Pero no permitamos que el gozo (alegría, plenitud) de la salvación se vaya de nosotros. Acerquémonos confiadamente a Dios ¡sin importar como estemos!

El mensaje es simple.
Volvamos a Dios con confianza, porque nos espera con brazos abiertos. Y no hay pecado, falta, error, vicio, experiencia, situación, adicción, que Dios no pueda perdonar porque Él ¡SIEMPRE nos ama!
Que NADIE te diga que no puedes acercarte con confianza a Dios.
Lic. Jorge Tichy